Desde que era niña, he tenido una curiosidad innata por entender a las personas y por encontrar respuestas que puedan mejorar las relaciones y, en última instancia, nuestra vida. Esta curiosidad fue el primer paso en mi camino hacia la psicología.
A medida que fui creciendo, me di cuenta de que mi deseo de entender a los demás iba más allá de una curiosidad casual. Encontré en la psicología una disciplina que no solo me daba respuestas, sino también herramientas prácticas para comunicarme mejor y ayudar a otros en su propio proceso
A lo largo de mi vida, he tenido que enfrentar y tratar de entender situaciones y comportamientos que en su momento me resultaban difíciles de comprender. Mi camino en la psicología comenzó con una búsqueda personal, una necesidad de entender y dar sentido a las experiencias difíciles. Hoy, transformada por esa búsqueda, tengo la misión de ser la psicóloga que otros necesitan, ofreciendo luz en los momentos más oscuros. De cierta forma la psicología me dio las respuestas que buscaba en mi vida. Me permitió entender no solo los comportamientos propios y ajenos, sino también encontrar la empatía y las herramientas que hoy quiero ofrecer a otros. Mi objetivo es guiar a mis pacientes, ayudándoles a encontrar paz en medio de sus desafíos y dándoles el poder de cambiar su vida.
La psicología no solo es demandante por la cantidad de estudios necesarios, sino también porque requiere una gran cantidad de empatía, resiliencia, y una constante actualización. Es una carrera donde uno trabaja con emociones profundas y, a veces, con situaciones complejas que no solo desafían al paciente, sino también al terapeuta.
Por eso, una de las cosas mas importantes para cada persona que llega a mi consulta, tiene mi compromiso no solo de escuchar, sino también brindarles herramientas que les permitan entender y transformar sus vidas. Quiero ser un espacio seguro donde puedan crecer y sanar.
Para mí, cada persona que llega a consulta trae consigo una historia única y una serie de desafíos que merecen una atención y un enfoque especializado. Estoy comprometida a darles un espacio seguro y a utilizar mis conocimientos para apoyarles en sus objetivos.
Para aquellos que se sienten atrapados en la oscuridad, mi misión es ser esa guía que los ayude a ver nuevas posibilidades y a encontrar fuerza en sí mismos. La vida puede presentar situaciones difíciles, y mi rol como psicóloga es acompañar a cada persona en su proceso, dándole herramientas para que, incluso en los momentos oscuros, puedan encontrar su propia luz.
Cada progreso que hace un paciente, cada pequeño paso que da hacia una vida más plena, me recuerda por qué elegí esta carrera. Ser testigo de su crecimiento y sanación es un privilegio que me inspira a seguir.
Cada día en mi trabajo es una oportunidad para hacer la diferencia en la vida de alguien. Quiero ser esa psicóloga que otros necesitan, la mano amiga, y la persona que, con empatía y conocimiento, les ayude a construir una vida más plena y consciente
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